Veo pájaros, pájaros negros. Una bandada de ellos. Cubren el cielo con sus alas, no dejan que la luz del sol llegue hasta el suelo, hasta mí. De sus patas gotean dimitutas gotas de sangre, parece que llueve. Y ahí estoy yo, solo, con el rostro moteado de rojo, con los brazos abiertos en cruz, con la mirada puesta en el oscurecido cielo, con el alma rota, con la vida sujeta de un único pelo, con, joder, con miedo, con indiferecia, con excitación, con la muerte en mi sombra y mi vida ante mí, ambas esperando, ambas mirandome, ambas impacientes con mi indecisión. El problema es que no quiero elegir, no me veo con fuerzas para ello. Cierro los brazos, me siento en la tierra húmeda. Me siento cansado, me siento muerto. Una sensación de frío recorre mi espalda, parece que he decidido al fin, la puta de negro ha ganado, noto su fría mano en mi hombro, escucho su respiración ansiosa. Pero en mi rostro noto de nuevo el calor, abro los ojos y me encuentro con la dama de mi futuro, aquella que me ha empujado a seguir ya tantos años. Me sonríe. El cielo se despeja.
Un delirio que pretendía ser un microrrelato
Publicado por Roldán domingo, 4 de enero de 2009 en 12:41
Etiquetas: Delirios
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3 comentarios:
6 de enero de 2009, 19:20
En tu misma línea de siempre^^ Por cierto, sabes quién soy? Pásate por mi blog compartido (de los dos, el que está en marcha) de vez en cuando^^ Yo lo haré por aquí. Antes, adivina quién soy XD
Un beso!
8 de enero de 2009, 19:11
vaya, pues, curiosamente, yo no sé si habría elegido lo mismo que tú... :)
Bonito delirio
10 de enero de 2009, 12:37
Me paice que sí sé quién eres, Shaynne, recuerda que tienes el mismo nick en el fotolog... me pasaré por tu blog, pero, si eso, pásame la dirección.
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